Blog Art Massage Madrid

Aqui podeis disfrutar el blog de masajes eroticos. Lo hacemos especialmente para ti, porque sabemos que disfrutas del masaje tantra, del erotismo y todo lo relacionado con la sensualidad, espiritualidad y el placer sexual.


Masaje para pareja y en pareja a hotel en Madrid




Queremos daros unos consejos para que podáis dar un masajea vuestra pareja, en la intimidad de vuestra casa o en la habitación de vuestro hotel.



Sin olvidar recomendaros que probéis el masaje en pareja a hotel o en centro de masajes con nuestras masajistas (masculino y femenina). Este masaje se puede realizar uno al lado del otro, cada uno con su masajista mientras os miráis a los ojos. Es una sensación altamente erótica y sensual. Tu pareja y tu sentiréis un placer añadido al ver como la persona que amas siente el placer de recibir un masaje estando desnuda junto a ti.

Esta experiencia es un incentivo sexual para muchas parejas. Verás como la próxima vez que hagas el amor con tu pareja será distinto, será mejor y más completo.



Puedes disfrutar del masaje en pareja con dos masajistas femeninas, una masajista femenina y/o un masajista masculino. Regálale a tu pareja esta experiencia inolvidable y llena de complicidad.


Consejos para un masaje en pareja:


Desde que somos niños pequeños, a todos nos gustan las caricias y los masajes, ya sea en la cabeza, espalda o extremidades.



El masaje es uno de los métodos más ancestrales para relajarse física y mentalmente. En la sociedad en que vivimos es habitual que no quede tiempo casi ni para respirar, mucho menos para relajarse a diario. Un sencillo y suave masaje al llegar a casa después de la un día agotador puede ser la forma ideal de desconectar y aliviar las tensiones físicas del ajetreo diario.

Os vamos a dar unos consejos para que probéis en vuestracasa o en la habitación del hotel. Un masaje sensual para estimular a tu pareja con suaves caricias pero a la vez intensas y con un toque romántico.



Procura comer ligero antes del masaje.

Quítate las joyas para no hacer daño o molestar.



Busca un buen momento, puedes dejarle una nota o tarjeta. Decora esta notita o tarjeta con romanticismo no importa los años que lleves con tu pareja.

Créeme que tu pareja agradecerá y se deleitará más en un masaje para el aniversario o para su cumpleaños o cualquier otra fecha especial que si le llevaras un ramo de rosas o un osito de peluche.


El contacto con la piel de la persona que amas es muy positivo para iniciar una noche muy romántica y especial. Si te estás iniciando en la práctica del masaje con tu pareja, utiliza las caricias, son muy agradables y sensuales, y te aseguras no equivocarte de técnica.



No olvides que el masaje en la espalda nos gusta a todos.

Usa un buen aceite, es muy importante, tu pareja lo agradecerá, el masaje será mucho mejor, aunque no uses técnicas muy profesionales.



Un poco de aceite basta. Frotas el aceite en las palmas de tus manos para calentarlo antes de tocar la piel de tu pareja.



Cuida el entorno, crea una situación de relajación alrededor del masaje. Es importante que el entorno sea tranquilo, agradable, sin distracciones. Con una iluminación suave y música muy relajante.



Sitúa las toallas, servilletas, cremas, aceite y todo lo necesario a mano. Desconecta el teléfono, siempre que sea posible.

Procura mantener una temperatura agradable para los dos, teniendo en cuente que quien da el masaje percibe mayor temperatura que quien lo recibe. Puedes tapar la zona que no se está masajeando para evitar la sensación de frio.



La crema tipo hidratante (body milk) tiene la ventaja de que es fácil de dosificar, no mancha demasiado y se absorbe por la piel con facilidad. El aceite es cómodo para dar masajes porque se absorbe más lentamente, con lo cual puedes utilizar muy poco para abarcar una zona más amplia, es más resbaladizo, mancha más y es más fácil pasarse de cantidad.



No se trata convertirse en un masajista profesional, sino más bien hacer un ritual de seducción en la intimidad. Se creativo y diviértete con tu pareja mientras le das el masaje.



Nunca separes tus manos de su cuerpo durante el masaje. La única parte de tu cuerpo que va a tocar el de tu pareja son tus manos.

Si tu pareja está boca abajo, no pongas presión de tu cuerpo sobre su columna vertebral.

No uses sólo la punta de los dedos, es agotador y poco agradable. Utilizar la mano entera para aplicar las maniobras. Utiliza el movimiento de todo el cuerpo. Te cansarás menos, aprende a repartir el esfuerzo y ayudarte del impulso del cuerpo y de las piernas. Tranquilo, es algo que aprenderás con la práctica.

Utiliza distintas técnicas como amasar, masajear, presionar y pellizcar: Evitando siempre cicatrices, heridas o varices.



Puedes utilizar maniobras básicas y sencillas como roce superficial, profundo, amasamiento, siempre de forma suave. El propio contacto es agradable y relajante, no hay necesidad de aplicar mucha fuerza. Aumenta la intensidad de manera progresiva, pregunta a la persona si resulta agradable y de qué forma.

Evitar relieves óseos y articulaciones(omóplato, columna vertebral…) o aplica presiones muy superficiales por esas zonas.Si no estás muy segura de estar aplicando una correcta presión, es mejor no forzar, aunque procura no quedarte corto. Maniobras superficiales pero continuas, lentas, en un ambiente tranquilo van a conseguir que la persona desconecte. 



El estrés suele acumularse en las áreas de cuello, hombros, espalda superior, espalda baja y los glúteos. Puedes empezar por la cabeza (pídele a tu pareja que cierre los ojos y se relaje), posteriormente el cuello, los hombros y continúa hacia abajo lentamente. Luego como si tus dedos tomaran forma de rastrillo pásalos por su espalda bajando desde los hombros hasta los glúteos. Este masaje conocido como “rastrillo” alivia las tensiones del tejido profundo de la piel.

Cuando termines de masajear el área posterior del cuerpo puedes continuar el masaje por delante masajeando el área de su pecho y muslos.

Por último anima a tu pareja a respirar de una manera profunda y relajada a medida que masajeas su cuello con tus dedos formando pequeños círculos que suban hasta las orejas de ella.

Quien ha recibido el masaje debe permanecer todavía un tiempo inmóvil, para, poco a poco, empezar a levantarse consuavidad. Una ducha es un complemento ideal para culminar la relajación.



Es muy importante no descuidar las piernas. ¿A quién no le gusta un masaje en las piernas?

Tu pareja seguro que lo agradecerá. Tanto si es una personas sedentaria, que trabajan mucho tiempo sin moverse, que realizan tareas que requieran mantenerse mucho tiempo de pie prácticamente inmóvil, que usa tacones, o si tiene un ritmo de vida más dinámico y trabajos más movidos y físicamente agotadores, éste masaje seguro que aliviará enormemente lastensiones acumuladas. Una muy buena forma de desconectar, descansar y reponerse.



Normalmente cuando se pide un masaje suele ser en cuello, hombros, espalda… Son las zonas más tensionadas. Pero descuidamos ciertas zonas como las piernas, a las que exigimos trabajos como subir y bajar escalones, caminar, correr, saltar, mantener la postura de pie, agacharse, conducir, pedalear, bailar…

Tendremos que buscar una postura cómoda. Si no disponemos de camilla (como es probable) tendremos que utilizar la cama, sofá, sillón o cualquier lugar donde ambos estéis cómodos. Se puede realizar boca abajo o boca arriba, o bien empezar en una postura y terminar en la otra, para que se puedan masajear todos los grupos musculares.

Maniobras sean siempre de abajo hacia arriba, es decir, de la rodilla hacia la ingle, o de los tobillos hacia las rodillas. El objetivo es para favorecer la circulación de retorno venoso. Puedes comenzar a masajear las zonas más distales (pies) e ir subiendo, para favorecer siempre que el sentido del masaje sea en su mayor parte de abajo hacia arriba.

Tobillo y pies, sobre todo por la planta, ayuda enormemente a descargar tensiones. Por el resto del pie simplemente buscar sensaciones agradables. Procura evitar las cosquillas.


La zona de los gemelos. Estos músculos sufren mucho, tanto al estar de pie como al caminar y realizar esfuerzos. Presiona con cierta fuerza, sin que llegue a ser desagradable o molesto.

La zona de los isquiotibiales, es decir, la parte posterior del muslo. Es una zona donde la musculatura suele estar algo tensa y acortada, excepto en deportistas que entrenen y estiren con frecuencia estos músculos. Maniobra lentamente, teniendo mucho cuidado con no presionar sobre la parte de atrás de las rodillas (es decir, en el hueco poplíteo).

La región del cuádriceps (la cara anterior del muslo), donde la musculatura es voluminosa y agradecerá movimientos amplios, con cierta fuerza y presión.

La duración del masaje puede ser de la que dispongáis.



Si el masaje lo hiciste como un preludio antes de hacer el amor, como suele suceder, este es un muy buen momento para beses a tu pareja suavemente y la acaricies.

Maithuna en Madrid





El maithuna tántrico es la antigua ceremonia donde los yoguis tántricos se unían sexualmente para reproducir la danza cósmica de lo femenino y lo masculino representados en la tradición tántrica a través de las figuras de Shiva y Shakti, la esencia masculina y femenina del Espíritu Uno. Impregnándose de la divinidad de lo femenino y lo masculino, los tantricas sacralizaban el mundo de la materia y daban a la energía sexual su verdadero papel de fuerza alquímica y de unión de cuerpos y almas. Aunque fuese por un tiempo, hombre y mujer, se imbuían del carácter divino de Shiva y de Shakti contemplándose el uno en el otro y a través de esa contemplación, traían, bajaban a la tierra, la conciencia del amor absoluto, el amor incondicional que transciende el ego emocional y sus diferentes manifestaciones de posesividad, dependencia y apego.

Shiva y Shakti representan en la tradición tántrica la esencia del principio masculino y femenino, creador del universo, en eterna danza y unión.



La polaridad de Shiva se refleja, como narra el Linga Purana, en que él/ella es el andrógino, el dios mitad hombre y mitad mujer, que surgió de la frente de Brahma. De la mitad izquierda del cuerpo de Shiva surgió el género femenino de la especie humana y de la derecha el masculino [obsérvese la relación mitad izquierda – hemisferio cerebral derecho y mitad derecha – hemisferio cerebral izquierdo]. En el principio no había diferenciación, sólo existía el Uno indiferenciado. En el Shiva Purana se narra cómo Brahma, el dios de la creación, no podía poblar la tierra hasta que Siva no generase la dualidad del sexo femenino y masculino. Por ello meditó profundamente en el ardhanarisvara, la forma de Shiva que se encuentra unida perpetuamente con su parte femenina, la Gran Diosa que es su energía, Shakti. Shiva, complacido por las meditaciones de Brahma, accedió a los deseos de éste y se dividió en una mitad masculina y otra femenina; de ésta última emergió la Gran Diosa, la Energía (Shakti) en la que quedaron recogidas todas las cualidades de Shiva en el universo y se encarnó en una maravillosa mujer que fascinó al mundo entero con su poder mágico de ilusión (maya).



El hinduismo tántrico, recogiendo el concepto védico de maya o ilusión, establece bien claramente el significado de lo femenino, como energía de manifestación del universo. Lo femenino es la energía creadora que podemos ver plasmada en todas sus manifestaciones en el mundo, en la capacidad procreadora del útero femenino, en la energía creadora de la madre tierra. Es la gran sacerdotisa sagrada, la gran maga del universo.



La ceremonia del Maithuna tántrico era tradicionalmente una ceremonia grupal donde la energía del grupo se sumaba y apoyaba a las diferentes parejas participantes. Desde la mentalidad morbosa occidental esto nos puede parecer inimaginable. Nada más lejos de todo lo que la mente pueda fabricar con su imaginación. La ceremonia del Maithuna supone una profunda sanación de nuestra relación con el sexo opuesto, con la sexualidad y con nosotros mismos. El Tantra no pretende reproducir nuestro desequilibrio inconsciente, sino sanarlo. No se trata de orgías, sexo en grupo o ceremonias de desenfreno egoico. Todo lo contrarío, el Tantra lo que pretende es llevar luz a la oscuridad, conciencia a la sombra oculta que nos domina desde las profundidades de la mente inconsciente. Y que mayor sombra en la humanidad que todo lo relacionado con la sexualidad y la relación femenino-masculino.



El Maithuna se realiza alrededor de un altar central que simboliza el mandala, el círculo de la creación. Alrededor de este mandala, cada pareja construye su propio altar, su círculo sagrado, que simboliza la unión que trasciende el ego individual. Ese círculo sagrado de cada pareja es su protección y la garantía de intimidad. Aunque parezca inconcebible, no hay algo realmente más profundamente íntimo que una ceremonia de Maithuna. La intimidad y la energía de unión generada por la intención de la ceremonia se propaga a todo el círculo de participantes creando una gran energía de grupo que se eleva hacia el amor y hacia la consciencia. Las parejas comparten prasat (comida bendecida), danza, canto, masaje. La unión sexual tántrica trasciende todos los objetivos de la mente común presentes en nuestra relaciones. La pareja tántrica no busca grandes placeres autogratificantes. El mayor placer viene de la fusión del uno en el otro que los tantricas consiguen uniendo sus energías. Dos se hacen uno para disolverse en el éxtasis del no-yo. El verdadero orgasmo cósmico no es otro que el estado de no-mente y a la vez de presencia completa. La pareja tántrica hace del acto sexual un acto de disolución el uno en el otro, de meditación que no excluye el fuego de la energía sexual. La energía sexual convertida en lo que realmente es, la Kundalini, el fuego del Espíritu en la materia, eleva la vibración de nuestra células y nos permite llegar a estados no ordinarios de conciencia donde las fronteras entre un cuerpo y otro, entre una mente y otra, se diluyen. ¿Donde deberíamos llegar cuando ya estamos? Esa es la verdadera sanación de la mente emocional siempre enfocada en el tiempo/objetivo.



La ceremonia del Maithuna tántrico exige un gran trabajo de sanación previo, de limpieza de nuestro cuerpo energético, de nuestro cuerpo emocional y mental. Por eso no puede realizarse en un corto periodo de tiempo. Exige disponer de días de depuración a través de prácticas de yoga tántrico, de respiración, de dinámicas de desbloqueo y de recapitulación de nuestras emociones y nuestro pasado. De trabajo en la naturaleza que nos permite recargarnos y reequilibrar nuestros lados femenino y masculino con la energía de la Madre Tierra y los elementales, de control de la alimentación que permite liberar el cuerpo físico de todo el exceso e intoxicación acumulados. Todo este trabajo previo es imprescindible para poder llegar a un estado de entrega, de silencio y de apertura del corazón donde se produzca la experiencia del reconocimiento de nuestra propia divinidad y de unión a lo que nos rodea. Antiguamente las ceremonias de Maithuna iban precedidas de largos periodos de ayuno, de abstinencia sexual y de todo tipo de limpiezas yóguicas. El camino del Tantra, como todos los caminos espirituales, era un camino lento que implicaba toda una vida de trabajo. Pero eran otros tiempos y otra energía. En la antigüedad prácticamente no se consideraba la posibilidad de la iluminación en la propia vida, cosa que se postergaba comúnmente para posteriores encarnaciones. De alguna manera, la mayoría de las tradiciones espirituales orientales quedaron atadas a la idea de la rueda del samsara o rueda de las reencarnaciones y al concepto de liberación a través de la muerte física. Aunque Buda con su ejemplo nos vino a mostrar la posibilidad de la liberación en la propia vida y Jesucristo nos mostró la ascensión física, la inercia de la tradición ha pesado y sigue pesando mucho en el mundo del yoga, del budismo...



Pero ahora ya no hay tiempo. Estamos al final de un ciclo y al comienzo de otro que implica un despertar generalizado. Estamos en un momento de ascensión de la tierra y de nuestra conciencia que no nos permite dejar las cosas para una encarnación futura. El momento es ahora e incumbe también nuestro cuerpo físico actual. La ascensión supone un despertar a la conciencia de nuestra naturaleza divina y a trascender la vieja idea de la muerte física. Por eso ahora el Tantra está repuntando con tanta fuerza en el mundo. El Tantra es la vía de la no dualidad, de lo sagrado en todo, de la unión del cielo y de la tierra, de la materia y el espíritu.



Aunque para algunos puristas de la tradición pueda parecer completamente heterodoxo e incluso aberrante y lejos de todas las normas de la tradición, el pretender una ceremonia de Maithuna para "gente normal" en un encuentro o curso de una semana de duración, eso no es lo importante. Lo importante no es ya la tradición en sí. Lo importante es la inimaginable sanación que se puede producir y produce en la mayoría de las personas con sólo acercarse a la experiencia del Maithuna, o mejor, al ensayo de una ceremonia de Maithuna. Porque lógicamente, un encuentro de iniciación al ceremonial tántrico del Maithuna, es sólo un ensayo. Pero un ensayo poderoso, a través del cual muchas personas pueden conocer un antes y un después y acceder a una nueva visión del mundo muy lejos de la conciencia colectiva imperante.



Estamos en un momento de apertura, de unión de todas las cosas. Por eso las viejas tradiciones ocultistas y secretistas, que tuvieron su tiempo, ya no tiene cabida. Ahora la información está disponible para todos. Se ha acabado también la noción del "gurú", como responsable o intermediario entre tu y el Espíritu. Cada vez más la conexión directa está disponible para todos y así, desde la energía del corazón, cada uno de nosotros somos nuestro propio gurú, cuando oímos la voz de nuestro Ser interno.

El Tantra es "algo muy fuerte". Lo primero que te dice es que te olvides de tus opiniones, de tus visiones de como son las cosas y el mundo y de tus procesos razonantes que en tanta estimas tienes, si es que quieres llegar por lo menos a atisbar la verdad. En el estupendo libro de Daniel Odier, "Tantra: La Iniciación de un Occidental al Amor Absoluto", se recoge la Iniciación al Tantra a la que una yoguini tántrica de Cachemira le sometió al autor: durante meses su relación se limitaba a parcas conversaciones y estados de silencio, donde ella tocaba una campanita en el momento que la mente de él se perdía en pensamientos, amén de visitas a leproserías donde el se veía obligado a trascender sus escrúpulos, abriendo el corazón y abrazando a leprosos en estado avanzado de la enfermedad, y a largas noches en mitad de la selva, debajo de un árbol, enfrentándose a todos sus miedos y fabricaciones mentales en la oscuridad.

La primera vez que asistí a un encuentro de Tantra, de una semana de duración, hace 14 años, iba lleno de expectativas respecto a lo que sería eso de la sexualidad tántrica y a las maravillas siempre ocultas y ansiadas en mi que me iba a poder permitir vivir. Pasados cuatro días, me preguntaba, junto con otros del curso, donde nos habíamos metido. No había respirado más en toda mi vida, me habían enterrado toda una noche y había experimentado todo tipo de emociones que normalmente guardaba cuidadosamente. Cuando oía al maestro hablar de lo que suponía entregarse y "abrir el corazón" me sonaba a algo exotérico y sin sentido. ¿A quién demonios me tenía yo que entregar?

Cuando finalmente apareció la sexualidad tántrica en todo su esplendor, a muchos de nosotros se nos saltaban las lágrimas. Ahí estaba lo que anhelábamos que no tenía mucho que ver con lo que creíamos que queríamos. El corazón se había abierto un poquito. Era el principio...

Quizá sólo el chamanismo se acerque a la radicalidad (por autenticidad) del Tantra. Aunque el chamanismo del Gran Espíritu nunca ha trabajado la sexualidad, que también ha sido apartada cuidadosamente como en la mayoría de vías espirituales. Ahí está el gran poder transformador del Tantra: una vía espiritual sin concesiones al ego y su visión del mundo, que toca la totalidad de lo que somos, tierra y cielo, espíritu y materia, amor y sexo.


¿Qué es el Tantra?




El tantra o tantrismo es una de las variadas tradiciones orientales que enseñan a utilizar el deseo como sendero hacia la realización personal. El sexo tántrico es una manera de alcanzar el objetivo más elevado que puede alcanzar un ser humano, la iluminación completa, un estado de paz duradera en el que todos los obstáculos que oscurecen la mente han sido eliminados y todas las buenas cualidades, como la sabiduría, la compasión y los medios hábiles, se han desarrollado por completo.



En escritura devánagari se escribe तन्त्र. y ensánscrito significa ‘tejido’ (así como ‘telar, urdimbre, la parte esencial, el rasgo característico, armazón, doctrina, regla”, etc.). El equivalente tibetano, rgyud, tiene el sentido de continuidad, y puesto que en el budismo se asocian los términos tantra y prabhanda, el término tibetano se puede entender en el sentido de "continuidad de la luminosidad". Existe en variantes hindúes, budistas, jainas y bön. El tantra en sus variadas formas, existe en países como Bután, Corea, China, India, Indonesia, Japón, Mongolia, Nepal, y Tíbet.


Según algunas fuentes, esta doctrina se basa en un conjunto de escritos llamados Tantra que —según una tradición— aparecieron aproximadamente en el siglo VI a. C. de la mano de Buda. Sin embargo, la escuela Ñingmapa de budismo tibetano, aunque afirma que los tantras provienen del Buda, señala que los mismos no llegaron a nuestro mundo de la mano del nirmanakaya Shakyamuni, sino de mahasiddhas posteriores que los recibieron del dharmakaya a través del sambhogakaya (de modo que provienen del Buda en la medida en que el dharmakaya y el sambhogakaya son dos de los "cuerpos" del Buda en cuando Budeidad). Sin embargo, se afirma que antes de los Vedás y posiblemente en relación con el Bön tibetano y con las semillas del taoísmo que apareció en China, existieron una religión y un metashamanismo tántricos.

El tantra es una de las tendencias en el hinduismo contemporáneo y constituye la práctica principal en todas las escuelas del budismo tibetano.

En el hinduismo hay un tantra de la mano derecha y uno de la mano izquierda, y este último incluye técnicas de meditación y ritualización a través del acto sexual (también taoísmo y yoga) mediante las cuales se integran las energías femeninas y masculinas y se obtiene el placer total, y por lo general se nos dice que el método de la mano derecha es más "elevado". Ello no es así en el tantrismo budista, en el cual los tantras inferiores (entre los sarmapa) o externos (entre los ñingmapa) excluyen la unión erótica, mientras que los tantras superiores o internos pueden incluirla (y de hecho algunas tradiciones afirman que sin la unión en cuestión es imposible alcanzar la realización).

En el budismo, el tantrismo se conoce como «la vía rápida» o «el vehículo del resultado», dado que un practicante de tantra aprende a hablar, sentir y conducirse como si ya fuera un Buda que alcanzó la iluminación. Este enfoque es radicalmente diferente al resto de los caminos del yoga.

Los textos que recogen las enseñanzas del tantra (llamados Tantras) están escritos en clave simbólica, en forma de poemas, lo que dificulta su comprensión sin la ayuda adecuada. En el hinduismo, a menudo están redactados como un diálogo en el que el dios Shivá responde a las preguntas de su esposa Devī en los papeles de maestro y discípula.


El masaje erótico Madrid

El masaje erótico consiste en unión. La unión del masaje y el erotismo. El erotismo que te transmite la masajista en cada caricia y técnica. La sensualidad que desprende cada una de nuestras masajistas o masajistas masculinos expresada de la mejor manera posible a través de sus manos y su cuerpo mediante las técnicas orientales más antiguas y sagradas. El arte más antiguo del tantra, el tao (taoísmo), Kama Sutra, masaje thai, masaje nuru, masaje lomi lomi, masaje californiano (masaje más moderno), toda la sabiduría del masaje recogida y transmitida generación tras generación, evolucionado de la forma más sensual y erótica para que sientas el placer más intenso y verdadero que tu cuerpo pueda experimentar, un clima de sensaciones que te llevará el clímax absoluto.
La unión de la masajista contigo, primero unirá sus manos con tu cuerpo, para relajarte, que sientas todo tu cuerpo y poco a poco estimular cada rincón de tu cuerpo. Una vez estés relajado, relax físico y mental, la masajista utilizará técnicas de masaje erótico con su cuerpo. No habrá dualidad, no habrá masajista-cliente, habrá unión, esa unión mística que hace que el masaje sea algo especial, más allá del sexo, sin importar el final, tú te sientes feliz por haberte sentido unido a la masajista, habiéndose creado un lazo entre los dos.


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